¿A quién no le gustaría ver cada día la vida con unos ojos diferentes?

lunes, 4 de enero de 2010

La pequeña Maisha



Una enorme sonrisa, de oreja a oreja, se esboza en su cara. Sus ojos negros y esa carita aterciopelada te inspiran una ternura sin igual, y la inocencia pura de una niña que ahora es feliz. Maisha sonríe tímidamente a la cámara, aunque la coquetería de sus cinco años me hace esperar hasta que se coloca de nuevo su diadema rosa en su acaracolado cabello.
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Ésta no es la típica historia triste con final de cuento, sino que es la vida de una pequeña que ha podido nacer feliz en Barcelona y no ha tenido que vivir las desdichas de un continente azotado por la pobreza, África.

Hace ya seis años que sus padres llegaron a Barcelona desde Casablanca (Marruecos), con todo en regla, eso sí, lo que no implicaba que no fuesen explotados en sus trabajos por ser extranjeros, ni que empezaran desde cero en un nuevo lugar totalmente desconocido... Pero siempre supieron que era el sitio donde querrían criar a su hija. Y lo han conseguido.

Un año más tarde, nacía nuestra protagonista Maisha, la primeriza. Que a pesar de su color, es española. Y, además, empieza a balbucear algunas palabras en catalán, para sorpresa de todos.

Es el orgullo de sus padres, y no dudan en cumplirle todos los caprichos que pueden. De momento es la reina de la casa, pero hay ya un hermanito en camino, al que Maisha espera con ansiedad para tener alguien "para jugar".

A pesar de estar muy contenta aquí, no le faltan ganas de conocer sus orígenes, y es que el resto de su familia sigue allí. "Los abus", son a los que más echa de menos, pero Maisha tiene claro que "cuando sea mayor los traeré a vivir conmigo".





La felicidad no consiste en todo tener, sino en saber sacar lo bueno que te da.


Fuentes:Fotografía Silvia Rodríguez. Cámara Sony Alpha 200

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